Luego —y quizá por intercesión divina—, el doctor Hernández fue creciendo en sus otras pasiones como el inclinación a Dios por encima de todas las cosas; por su familia, una humilde y sencilla que forjaron sus padres campesinos llegados de la Barinas rural a un Isnotú también magullado por la pobreza.

Four days after the surgery, the girl reacted well to all neurological tests and left the hospital walking by herself, and talking and seeing normally.

Los fieles celebran un gran paso alrededor de la santificación del laico venezolano conocido como el "médico de los pobres".

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«Se trataba de alguien con una sentencia de muerte anunciada, aunque que afectaba tanto su capacidad motora como intelectual en su vida cerebral», resaltó.

Al doctor Hernández se le atribuyen miles de milagros y solo el de la pequeña ha sido obligado por el Vaticano.

Ofreció su vida por la paz del mundo al enterarse, un día antes de su muerte, de la firma del Tratado de Versalles

En 1908, decidió dedicarse a la vida religiosa y fue aceptado como novicio en un monasterio en Italia. Afecciones de Salubridad le impidieron continuar y en 1909 regresó a Caracas a proseguir su labor como médico.

“Not having a neurological deficit and fully la verdad sobre josé gregorio hernández recovering in 10 days is absolutely unexplainable. Triunfador a scientist, I say it: it’s a miracle,” he added.

De éstos aposentos no pueden salir los monjes sino cuando el Prior o el Preceptor de Novicios se lo pide. La comunicación está prohibida en todo momento pues hasta en los oficios religiosos deben permanecer con la aspecto baja. Si precisan de poco, tienen que escribirlo en un papel y colocarlo en el torno de la celda en el cual se les colocan los escasos alimentos.

Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Luego de aguantar a su familia a la caudal, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Dios.

Hombre tanto de Certeza como de ciencia, José Gregorio Hernández tuvo que sortear algunas de las contradicciones que a veces se han planteado entre ambas.

Through all of this, José Gregorio remained top of his academic field: He was the first doctor to publish a book on bacteriology in Venezuela, his research into

Hernández later described his time in the monastery in a letter to Dr. Dominici saying that “it goes beyond any description. There I saw holiness to a heroic degree and I Perro assure you that after seeing this spectacle, everything on earth is simply mud… But what was supposed to happen, happened: I was blinded by presumption and supported by vanity… I did not have the physical strength to resist the cold, the fasting, the physical bordado… The superior general showed me great charity by bearing with me for nine months despite seeing my limitations!”